Respecto a
la entrevista realizada por la revista semana el día 1 de Septiembre de 2.012, al
nuevo ministro de hacienda, Mauricio Cárdenas Santa María, referente a varios
puntos de la agenda económica de nuestro país, se puede deducir lo siguiente:
En el
esfuerzo que el gobierno nacional viene proponiendo a los grupos en conflicto
de nuestro país, con el fin de alcanzar la paz, es razonable pensar que después
de haber soportado 50 años de problemas sociales, y que por ende afectan la
economía de cualquier país, por sostenido que haya sido; se podría plantear una
solución económica satisfactoria para Colombia, pues en la actualidad la
seguridad nacional demanda de gastos insostenibles para poder garantizar algo de
bienestar en la ciudadanía colombiana, especialmente a los actores del
conflicto como son los desplazados especialmente, con todas esas políticas de
restitución de tierras y auxilios comprometidos por el estado para subsanar las
necesidades de miles de familias que se vieron obligadas a dejar el campo por
intimidación o por miedo a perder la vida, ocasionando caos en la ciudades,
pues ninguna estaba preparada para soportar semejante migración, esto generó
una confusión social y propagó la inseguridad total.
Esto trajo
al país un retraso en la economía agrícola y lamentablemente lo que antes fue
una fuente de primera mano para el estado, hoy se ve en la necesidad de
importar de otros países a unos precios onerosos, si se logra una negociación
con estos insurgentes, la paz volverá a nuestros campos y ciudades y por ende
el crecimiento de la economía se reactivara por todos los campos que se miren,
incluyendo al capital extranjero que no vacilaría en efectuar inversiones en
nuestro país, para construir progreso, mejorar la economía familiar y permitir
desarrollar una política que nos afecte positivamente a todos, pues ya no
estaremos en la mira de los demás países como un estado de conflicto, sino al
contrario un país con pujanza que cree en lo que somos y somos capaces.
No es una
tarea fácil para el gobierno pero a largo plazo nos traerá beneficios de
estabilidad y prosperidad.
Para este
logro se hace necesario con la comunión entre las clases sociales, creando
fuentes de empleo en todo campo, pues aquí hay buena mano de obra y es
calificada, pues al no gastar miles de millones de pesos en la compra de
armamento y equipos sofisticados para combatir a los grupos insurgentes, se
crearían fuentes de empleo, maquinaria agrícola, para retomar de nuevo el
sendero de abundancia y crecimiento es estos campos. Claro está que como en
todos los países, al estar tan mal distribuida la riqueza, se torna difícil la
tarea y tiene que haber una conciencia sana para poder lograr los objetivos que
el gobierno nacional trace para el futuro económico del país.
En la
actualidad se puede ver claramente que la economía global es cada vez más
riesgosa y se ve la desaceleración de esta en todos los aspectos, en este punto
el gobierno tiene que ser ahorrativo y esto comienza desde la reducción de
personal en los poderes del estado, como ejemplo podemos citar las curules que
hay en una nación como Suiza, en la que las posiciones las hacen por honor y no
para enriquecerse a costillas del tributo del ciudadano y menos por salarios
onerosos con premisas salariales y prestacionales, que se salen del común entender de cualquier
economía y no se necesita ser un economista para ver el despilfarro del
gobierno. En un aparte de la historia de la política de gobierno de Suiza
traigo unos apuntes:
“Ambas cámaras se reúnen solo en cuatro
periodos de sesiones (uno por cada estación del año), con una duración de tres
semanas cada periodo. Asimismo, las cámaras federales son un parlamento
compuesto por no profesionales de la política, que cuando no están en periodo
de sesiones, la mayor parte de sus miembros ejerce una profesión al margen de
la política. Los parlamentarios no reciben un salario sino una indemnización
anual.
Al analizar este modelo, observamos que puede ser la cura a nuestros males y el
inicio de gobiernos verdaderamente democráticos, al no existir la posibilidad
de que una sola persona concentre tanto poder en sus manos, ya que en este
modelo no existe prácticamente la figura de Jefe de Estado, sino que se trata
de un Presidente solo para fines representativos y de orden administrativo,
pero que a su vez es temporal y rotativo. Además de que forma parte de un
órgano colegiado plural que toma las decisiones de manera consensuada y no
unilateralmente.
Este modelo se puede perfeccionar e implementarle mejoras tales como que en los
Ministerios o Departamentos Federales también tengan una cuota de
representación los gremios empresariales, de trabajadores y profesionales, por
ejemplo y no solo los partidos políticos. No necesariamente tienen que ser
siete ministerios, sino que pueden ser un poco más, para que así puedan tener
participación más sectores de la sociedad en el gobierno.
En fin, el sistema político suizo, donde además existe una democracia
participativa de consulta permanente al pueblo a través del referéndum,
constituye un modelo interesante para acabar con los caudillos, dictadores,
autócratas y tiranos del mundo que pretenden enquistarse en el poder y ejercer
el mismo de una manera hegemónica y absoluta.
Si la crisis la generan presidentes enfermos de poder, entonces hay que
modificar la institución presidencial para que ningún presidente se pueda
enfermar de poder. De esta manera propongo el tema en el debate político
internacional en estos tiempos de ejercicio autoritario y hegemónico del poder”
Si bien es
cierto la enfermedad holandesa (los efectos adversos que sufren diversos
sectores de una economía como resultado de la apreciación del tipo de cambio de
su moneda), no ha tocado directamente a Colombia, hay que estar atentos que no
se dispare algún sector principalmente el de la minería que es la actual
locomotora más productiva y el petróleo, que son los más destacados en este
campo, y se pueda tener un equilibrio en el crecimiento general de la economía.
Sobre las
reformas que hay pendientes por parte del gobierno en el aspecto económico está
la de, la salud, las pensiones y la reforma tributaria, claro está que mientras
no normalicen lo primordial que es la salud en la ciudadanía colombiana, no se
puede avanzar ni pensar aún en reformas tributarias que afectan directamente la
economía particular y un ciudadano del común ya no soporta más cargas
tributarias. En cuanto a la reforma pensional, hay primero que solucionarle a
los miles de colombianos que esperan su mesada por el tiempo cumplido y no
pretender pensionar a una persona cuando ya no puede disfrutar de lo que tiene
derecho por haber pagado sus aportes por tantos años y que lamentablemente ni
para sobrevivir le alcanza, menos disfrutarla dada su condición de salud.
DANIELA HURTADO LOZANO 11-2